TITULO PERDIDO
Levanto
la mirada hacia el horizonte. El sol se pone y
el tiempo pasa; cada momento me
llena de pesar; la soledad es muy fiel compañera; mucho para mi gusto; sin
embargo también respeta la compañía y aunque era única, no sentía soledad
cuando estaba aquí.
Eran
breves los momentos pero parecían inolvidables sin embargo todo algún día se
olvida si tan solo se guarda en el baúl de los recuerdos.
Mi
capacidad para recordar es incomparablemente mejor que la de cualquier otro ser
que conozco, sin embargo también lo es mi ciclo, el cual yo diría que es
infinito o por lo menos eso dice ella, aun recuerdo todo lo que he visto y todo
lo que he aprendido desde que ella llego.
Pero
la verdad... las cosas que se olvidan no avisan, solo se van...
-
¿Cómo
hacen ellos para no olvidar?
-
ellos
si olvidan...
-
veo
que recuerdan cosas que no han vivido ¿como lo hacen?
-
¿a
qué te refieres?
-
aunque
cometen el mismo error una y otra vez, hay ocasiones donde toman otra decisión,
recuerdan el error cometido y tratan de evitarlo.
-
no
sé a dónde quieres llegar...
-
¿cómo...?
olvídalo... veamos...
Ya
había elegido una montaña, la más alta de todas, desde aquí se podía ver todo y
a todos.
La
montaña se volvió una leyenda a través de los ciclos pues todo en ella se
volvía polvo, poco a poco pude controlar que tanto afectaba mi presencia hasta
el punto de que un día por lo menos esta montaña sobrevivió. Así pude vivir
aquí semiconsciente durante los ciclos sin causar muerte, volver todo polvo y
quedar en soledad.
En
la cima de la montaña transcurrió mucho tiempo y observe muchas cosas,
conocimiento tras conocimiento, un recuerdo tras otro, cosas interesantes,
cosas aburridas, simplemente cosas.
lo
fui observando todo, guardando todo, cada uno de los momentos, ya valía la pena
existir, solo para poder ver todo con ella, sin embargo llego un momento donde
sin previo aviso mis recuerdos comenzaron a hacerse confusos.
Por
eso esta vez decidí observar el mundo y encontrar como ellos los de abajo hacen
para no olvidar, para guardar sus recuerdos valiosos.
Observe
por mucho tiempo y decidí usar la forma más simple y practica que vi...
-
¿Ya
has solucionado tus problemas existenciales?
Ella
había vuelto luego de causar calamidades fuera de la montaña.
-
¿Has
terminado ya de juguetear? - le pregunte y aunque estaba feliz de que llegara,
use un tono de impaciencia.
Me
gustaba jugar con mi tono de voz para crear lo que se llamaban sentimientos,
era... ¿Cómo decirlo? entretenido.
-
Ya
te explique que es necesario aunque solo fue una pequeña cantidad comparado a
lo que haces cuando bajas de aquí.
-
yo
no bajo de aquí
-
oh
si, si lo haces, solo que eso significa el fin de otro ciclo.
-
bajo
solo para esperarlos, cuando se que están cerca.
-
¿por
que hablas de eso así? es raro que insistas en eso como existencias.
-
Porque
ellos existen, yo lo sé.
-
En
todo el tiempo que llevo contigo no he visto nada que te dé la razón.
-
Yo
lo sé y eso me basta.
-
Si
que eres terco.
-
Algún
día lo comprenderás, ellos están allí.
-
Si,
si, lo que sea... cuéntame ¿qué hiciste mientras no estaba?
-
Hice
esto.
Le
respondí al tono sarcástico que uso mientras le mostraba un objeto que llevaba
en la mano.
-
Abajo
le llaman memoria, lo usan para guardar sus recuerdos fuera de sus mentes ¿no
es genial? - agrega emoción a mi pregunta.
-
¿memoria?
eso que llevas allí es tan solo un libro y aunque si se usa para recordar, no
es nada del otro mundo...
Era
clara su decepción e indiferencia, también había aprendido a escuchar las
emociones en las palabras de los demás, aunque solo hablara con ella.
-
¿Eso
piensas? está bien, entonces lo guardare.
-
Espera
dije que no era nada del otro mundo porque allá abajo hay millones y millones
de esos y de ti esperaba algo más... interesante.
-
Lamento
decepcionarte, pero esto es lo que buscaba, algo donde poder vaciar mis
pensamientos y recuerdos para usarlos en el futuro.
Entonces
toque mi frente, unas imágenes se condensaron en mi mente, era una gota de
roció cayendo del ala de una mariposa roja algo singular, el recuerdo termino
cuando la mariposa ajito sus alas y despego.
Un
hilo de luz floto hasta mi mano, se volvió un espiral y formo una llama
plateada, la acerque al objeto que forme y este instantáneamente se envolvió en
ellas; unos segundos después, el libro brillo levemente y absorbió las llamas y
volvió a su estado normal.
-
¿Qué
es lo que acabas de hacer?
Ella
pregunto conmocionada y con una cara divertida.
-
Escribí
sobre el despertar de una bella mariposa que vi ayer, es una copia de mi
recuerdo y cuando yo la olvide por no usar la memoria, estará disponible para mí
en este libro.
Aun
podía imprimir cierta tristeza en mi voz, aunque había encontrado lo que
necesitaba, a ella parecía no importarle.
-
¿Me
prestas tu libro un momento?
-
Ummmm…
claro, pero ¿Qué harás con él?
Pensé
en todos los millones de libros que ella había visto en sus paseos por el mundo
de abajo y no entendí para que querría el mío si tan solo contenía recuerdos
aburridos de lo que veía yo día tras día.
Al
dárselo, ella lo abrió…
-
Las
hojas están en blanco…
-
¿No
se supone que así son ellos pues?
-
Claro
que no – respondió enfadada.
-
¿Cómo
son los libros entonces? ¿qué hice mal?
-
Los
libros están llenos de palabras que reflejan lo que escribes, la diferencia de
un libro a otro son las palabras ¿Dónde está lo que escribiste?
-
Esta
allí, solo tienes que pensar en ello, por ejemplo, piensa en una mariposa roja
y podrás leer el recuerdo que acabo de escribir.
Ella
me dirigió una mirada seria, cerró los ojos unos segundos y vio las páginas con
una cara pasmada.
Mientras
leía, su rostro se volvió mas indescifrable para mi, aun tenía que desarrollar más
lo de leer las expresiones aunque creo que un poco mas de práctica y lo
dominare.
Por
fin levanto la cara y sus ojos serios me vieron directamente.
-
¿De
dónde has sacado esto? Pensé que sería un simple libro pero pude vivir tu
recuerdo, como si fuera tu, pude leer y vivirlo al mismo tiempo, este libro es
invalorable, es increíble… es un malgasto usarlo para guardar cosas inútiles
como esa mariposa. Como siempre, desperdicias un gran potencial.
Sonaba
ofuscada mientras agitaba el libro en el aire de un lado al otro, con un ágil
movimiento lo tome y trate de calmarla aunque no sabía porque estaba tan alterada.
-
Cálmate,
lo hice yo y ninguno de mis recuerdos son desperdicio, esa mariposa ya no
existe, no volverá a volar, yo la recuerdo y es importante no olvidarla porque
esa escena no se repetirá jamás.
-
Aun
así, gastas hojas importantes en algo como eso, aunque de verdad esa mariposa
no vuelva a volar, aunque esa escena no se repita nunca de nuevo, me estás
diciendo que ¿es lo más importante que tienes para ese libro? En ese caso
regálamelo, yo tengo infinidades de cosas más importantes que escribir y un
libro así es demasiado especial.
-
¿Quieres
mi libro?
-
SIIIIII
Su
voz fue un grito exasperado…
-
Sabes
que no puedo bajar de aquí pues llega el fin y aunque he visto mucho desde aquí
solo he podido escribir unos pocos.
Mientras decía aquello
guarde el libro en una estantería con unos pocos cientos de libros ya llenos de
mis recuerdos y continúe hablándole.
-
Aunque
no comparto tus sentimientos hacia esa bella mariposa, creo que tu vida también
vale la pena registrarla.
Su
cara se quedo fija en el estante mientras yo seguía moviéndome hacia ella, le
toque un hombro para llamar su atención pues parecía tener la mente en otro
lado.
-
Hagamos
un trato, yo te doy libros para que los uses con la condición de quedarme una
copia para mi, pues se que tus libros serán también interesantes ya que tu
vives las situaciones que yo solo puedo ver desde la distancia.
Ella
seguía en su mundo… la zarandee un poco para que volviera en si…
-
¿ah?
¿qué? Me repites de nuevo por favor.
Por
lo menos ya me escuchara…
-
Me
debes regalar una copia de todo lo que escribas en mis libros, solo así te
dejare usarlos.
-
Una
copia, si entiendo. ¿Todos esos libros son iguales al que me mostraste?
-
No
son iguales, cada libro es único, tienen recuerdos distintos e inigualables.
-
¡Me
refiero a la forma en que los hiciste!
-
¡Ah!
Sí, todos los hice de la misma forma, ¿aceptas mi condición para darte uno?
-
¿Qué?
Ah, si… la copia, lo acepto, sí está bien.
-
Muy
bien… Toma…
Estire
mi mano hacia ella mientras pensaba en un libro nuevo, al tenerlo en mi mano se
lo entregue…
-
Eres
un…
Se
me quedo viendo con una cara en shock dirigida a mi mano.
-
¿Cómo
lo haces?
-
¿Hacer
qué?
-
¡Los
libros!
-
Solo
quiero uno y lo hago aparecer y ya.
-
¿Solo
así?
-
Lo
acabas de ver ¿Por qué dudas?
-
Bueno,
no importa ¿Cómo lo uso?
-
Como
lo usas… concéntrate en un recuerdo eso debería ser suficiente para que
escribas en el.
-
Ok,
probare…
Cerró
los ojos arrugas aparecieron en su frente, apretó el libro con sus manos y al
final abrió los ojos con emoción pero luego me vio enojada.
-
No
sucedió nada.
-
Lo
vi, pero hiciste todo bien…
-
¿No
hay otra forma?
-
La
verdad puedes hacerlo como tú quieras, nadie le dice a un artista como pintar…
-
Pero
esto no es un cuadro, es un libro…
-
Más
bien es un cuaderno, que te parece si usas esto, prueba así.
Le
estire la mano con un plumín de tinta.
-
Úsalo
de la misma forma, concéntrate en el recuerdo y luego úsalo…
-
Está
bien
Tomo
la pluma, cerró los ojos y enseguida la pluma empezó a brillar levemente.
-
Creo
que está funcionando, intenta escribir sin abrir los ojos…
Abrió
el libro y con los ojos cerrados comenzó a escribir, sus movimientos eran
lentos e irregulares pero en las páginas había letras e ilustraciones bien
definidas…
Al
terminar abrió sus ojos observo el libro y aunque tenía una sonrisa en su
rostro, me hablo con tono acusador.
-
Esto
no es lo mismo que tú hiciste, además el resultado es un libro común, tus
libros ni siquiera tienen letras.
-
El
resultado no es el mismo, pero si tienen gran parecido, usa la pluma hasta que
puedas hacerlo sin ella, ve el libro… tampoco están las letras que tu
escribiste…
Ella
bajo la vista y ojeo el libro en blanco con la boca abierta…
-
¿Dónde
están…?
-
Recuerda
que puedes leer
-
¿Puedo
leer?
-
Ahora
lee…
Ella
volvió a ojear el libro y su sonrisa fue radiante como siempre.
-
Ahora
ve y escribe historias para mí…
-
Te
traeré grandes historias de los ciclos…
-
Cuando
comiences a usar la pluma recuerda que como puedes leer, PUEDES ESCRIBIR.
-
Conque
ese es el truco… jajaja
Su
risa se desvaneció en el aire mientras volvía al mundo de abajo…
****
Otro
final abierto; ya es el sexto libro sin un final.
Estoy
realmente exhausto, coloco este libro en su puesto y agarro otro cualquiera.
Había
repetido esto las veces anteriores, solo tomaba un libro y empezaba a leer;
aunque al comenzar estaban en blanco, al terminar estaban llenos de letras, las
que yo había leído, la luna estaba ya arriba en el cielo pero yo no tenía
sueño.
Quería
saber cómo continuaba la historia, ahora que eran dos los que escribían.
Al
recordar ese detalle por mi mente paso la frase final del libro.
PUEDES
LEER
Muy
parecido al comienzo… puedes leer, ahora puedes escribir, se vuelve cada vez más
interesante la historia…
Mi
emoción da vueltas en mi cabeza con la frase revoloteando…
Cuando
llego al escritorio me acomodo abro el libro y allí esta…
“PUEDES ESCRIBIR”
Me
sorprendo un poco, gran comienzo para el final anterior, bajo el libro a mi
regazo para tomar una bocanada de aire.
Al
pasear mi vista de manera casual por el escritorio, un escalofrió recorre mi
cuerpo dejándome la piel de gallina.
Sobre
el escritorio hay una plumilla que nunca estuvo allí.