CAPITULO XXV

TITULO PERDIDO

Levanto la mirada hacia el horizonte. El sol se pone y  el  tiempo pasa; cada momento me llena de pesar; la soledad es muy fiel compañera; mucho para mi gusto; sin embargo también respeta la compañía y aunque era única, no sentía soledad cuando estaba aquí.
Eran breves los momentos pero parecían inolvidables sin embargo todo algún día se olvida si tan solo se guarda en el baúl de los recuerdos.
Mi capacidad para recordar es incomparablemente mejor que la de cualquier otro ser que conozco, sin embargo también lo es mi ciclo, el cual yo diría que es infinito o por lo menos eso dice ella, aun recuerdo todo lo que he visto y todo lo que he aprendido desde que ella llego.
Pero la verdad... las cosas que se olvidan no avisan, solo se van...

-          ¿Cómo hacen ellos para no olvidar?
-          ellos si olvidan...
-          veo que recuerdan cosas que no han vivido ¿como lo hacen?
-          ¿a qué te refieres?
-          aunque cometen el mismo error una y otra vez, hay ocasiones donde toman otra decisión, recuerdan el error cometido y tratan de evitarlo.
-          no sé a dónde quieres llegar...
-          ¿cómo...? olvídalo... veamos...

Ya había elegido una montaña, la más alta de todas, desde aquí se podía ver todo y a todos.
La montaña se volvió una leyenda a través de los ciclos pues todo en ella se volvía polvo, poco a poco pude controlar que tanto afectaba mi presencia hasta el punto de que un día por lo menos esta montaña sobrevivió. Así pude vivir aquí semiconsciente durante los ciclos sin causar muerte, volver todo polvo y quedar en soledad.
En la cima de la montaña transcurrió mucho tiempo y observe muchas cosas, conocimiento tras conocimiento, un recuerdo tras otro, cosas interesantes, cosas aburridas, simplemente cosas.
lo fui observando todo, guardando todo, cada uno de los momentos, ya valía la pena existir, solo para poder ver todo con ella, sin embargo llego un momento donde sin previo aviso mis recuerdos comenzaron a hacerse confusos.
Por eso esta vez decidí observar el mundo y encontrar como ellos los de abajo hacen para no olvidar, para guardar sus recuerdos valiosos.
Observe por mucho tiempo y decidí usar la forma más simple y practica que vi...

-          ¿Ya has solucionado tus problemas existenciales?
Ella había vuelto luego de causar calamidades fuera de la montaña.

-          ¿Has terminado ya de juguetear? - le pregunte y aunque estaba feliz de que llegara, use un tono de impaciencia.

Me gustaba jugar con mi tono de voz para crear lo que se llamaban sentimientos, era... ¿Cómo decirlo? entretenido.

-          Ya te explique que es necesario aunque solo fue una pequeña cantidad comparado a lo que haces cuando bajas de aquí.
-          yo no bajo de aquí
-          oh si, si lo haces, solo que eso significa el fin de otro ciclo.
-          bajo solo para esperarlos, cuando se que están cerca.
-          ¿por que hablas de eso así? es raro que insistas en eso como existencias.
-          Porque ellos existen, yo lo sé.
-          En todo el tiempo que llevo contigo no he visto nada que te dé la razón.
-          Yo lo sé y eso me basta.
-          Si que eres terco.
-          Algún día lo comprenderás, ellos están allí.
-          Si, si, lo que sea... cuéntame ¿qué hiciste mientras no estaba?
-          Hice esto.

Le respondí al tono sarcástico que uso mientras le mostraba un objeto que llevaba en la mano.

-          Abajo le llaman memoria, lo usan para guardar sus recuerdos fuera de sus mentes ¿no es genial? - agrega emoción a mi pregunta.
-          ¿memoria? eso que llevas allí es tan solo un libro y aunque si se usa para recordar, no es nada del otro mundo...

Era clara su decepción e indiferencia, también había aprendido a escuchar las emociones en las palabras de los demás, aunque solo hablara con ella.

-          ¿Eso piensas? está bien, entonces lo guardare.
-          Espera dije que no era nada del otro mundo porque allá abajo hay millones y millones de esos y de ti esperaba algo más... interesante.
-          Lamento decepcionarte, pero esto es lo que buscaba, algo donde poder vaciar mis pensamientos y recuerdos para usarlos en el futuro.

Entonces toque mi frente, unas imágenes se condensaron en mi mente, era una gota de roció cayendo del ala de una mariposa roja algo singular, el recuerdo termino cuando la mariposa ajito sus alas y despego.
Un hilo de luz floto hasta mi mano, se volvió un espiral y formo una llama plateada, la acerque al objeto que forme y este instantáneamente se envolvió en ellas; unos segundos después, el libro brillo levemente y absorbió las llamas y volvió a su estado normal.

-          ¿Qué es lo que acabas de hacer?

Ella pregunto conmocionada y con una cara divertida.

-          Escribí sobre el despertar de una bella mariposa que vi ayer, es una copia de mi recuerdo y cuando yo la olvide por no usar la memoria, estará disponible para mí en este libro.

Aun podía imprimir cierta tristeza en mi voz, aunque había encontrado lo que necesitaba, a ella parecía no importarle.

-          ¿Me prestas tu libro un momento?
-          Ummmm… claro, pero ¿Qué harás con él?

Pensé en todos los millones de libros que ella había visto en sus paseos por el mundo de abajo y no entendí para que querría el mío si tan solo contenía recuerdos aburridos de lo que veía yo día tras día.
Al dárselo, ella lo abrió…

-          Las hojas están en blanco…
-          ¿No se supone que así son ellos pues?
-          Claro que no – respondió enfadada.
-          ¿Cómo son los libros entonces? ¿qué hice mal?
-          Los libros están llenos de palabras que reflejan lo que escribes, la diferencia de un libro a otro son las palabras ¿Dónde está lo que escribiste?
-          Esta allí, solo tienes que pensar en ello, por ejemplo, piensa en una mariposa roja y podrás leer el recuerdo que acabo de escribir.

Ella me dirigió una mirada seria, cerró los ojos unos segundos y vio las páginas con una cara pasmada.
Mientras leía, su rostro se volvió mas indescifrable para mi, aun tenía que desarrollar más lo de leer las expresiones aunque creo que un poco mas de práctica y lo dominare.
Por fin levanto la cara y sus ojos serios me vieron directamente.

-          ¿De dónde has sacado esto? Pensé que sería un simple libro pero pude vivir tu recuerdo, como si fuera tu, pude leer y vivirlo al mismo tiempo, este libro es invalorable, es increíble… es un malgasto usarlo para guardar cosas inútiles como esa mariposa. Como siempre, desperdicias un gran potencial.

Sonaba ofuscada mientras agitaba el libro en el aire de un lado al otro, con un ágil movimiento lo tome y trate de calmarla aunque no sabía porque estaba tan alterada.

-          Cálmate, lo hice yo y ninguno de mis recuerdos son desperdicio, esa mariposa ya no existe, no volverá a volar, yo la recuerdo y es importante no olvidarla porque esa escena no se repetirá jamás.
-          Aun así, gastas hojas importantes en algo como eso, aunque de verdad esa mariposa no vuelva a volar, aunque esa escena no se repita nunca de nuevo, me estás diciendo que ¿es lo más importante que tienes para ese libro? En ese caso regálamelo, yo tengo infinidades de cosas más importantes que escribir y un libro así es demasiado especial.
-          ¿Quieres mi libro?
-          SIIIIII

Su voz fue un grito exasperado…

-          Sabes que no puedo bajar de aquí pues llega el fin y aunque he visto mucho desde aquí solo he podido escribir unos pocos.

Mientras decía aquello guarde el libro en una estantería con unos pocos cientos de libros ya llenos de mis recuerdos y continúe hablándole.

-          Aunque no comparto tus sentimientos hacia esa bella mariposa, creo que tu vida también vale la pena registrarla.

Su cara se quedo fija en el estante mientras yo seguía moviéndome hacia ella, le toque un hombro para llamar su atención pues parecía tener la mente en otro lado.

-          Hagamos un trato, yo te doy libros para que los uses con la condición de quedarme una copia para mi, pues se que tus libros serán también interesantes ya que tu vives las situaciones que yo solo puedo ver desde la distancia.

Ella seguía en su mundo… la zarandee un poco para que volviera en si…

-          ¿ah? ¿qué? Me repites de nuevo por favor.

Por lo menos ya me escuchara…

-          Me debes regalar una copia de todo lo que escribas en mis libros, solo así te dejare usarlos.
-          Una copia, si entiendo. ¿Todos esos libros son iguales al que me mostraste?
-          No son iguales, cada libro es único, tienen recuerdos distintos e inigualables.
-          ¡Me refiero a la forma en que los hiciste!
-          ¡Ah! Sí, todos los hice de la misma forma, ¿aceptas mi condición para darte uno?
-          ¿Qué? Ah, si… la copia, lo acepto, sí está bien.
-          Muy bien… Toma…

Estire mi mano hacia ella mientras pensaba en un libro nuevo, al tenerlo en mi mano se lo entregue…

-          Eres un…

Se me quedo viendo con una cara en shock dirigida a mi mano.

-          ¿Cómo lo haces?
-          ¿Hacer qué?
-          ¡Los libros!
-          Solo quiero uno y lo hago aparecer y ya.
-          ¿Solo así?
-          Lo acabas de ver ¿Por qué dudas?
-          Bueno, no importa ¿Cómo lo uso?
-          Como lo usas… concéntrate en un recuerdo eso debería ser suficiente para que escribas en el.
-          Ok, probare…

Cerró los ojos arrugas aparecieron en su frente, apretó el libro con sus manos y al final abrió los ojos con emoción pero luego me vio enojada.

-          No sucedió nada.
-          Lo vi, pero hiciste todo bien…
-          ¿No hay otra forma?
-          La verdad puedes hacerlo como tú quieras, nadie le dice a un artista como pintar…
-          Pero esto no es un cuadro, es un libro…
-          Más bien es un cuaderno, que te parece si usas esto, prueba así.

Le estire la mano con un plumín de tinta.

-          Úsalo de la misma forma, concéntrate en el recuerdo y luego úsalo…
-          Está bien

Tomo la pluma, cerró los ojos y enseguida la pluma empezó a brillar levemente.

-          Creo que está funcionando, intenta escribir sin abrir los ojos…

Abrió el libro y con los ojos cerrados comenzó a escribir, sus movimientos eran lentos e irregulares pero en las páginas había letras e ilustraciones bien definidas…
Al terminar abrió sus ojos observo el libro y aunque tenía una sonrisa en su rostro, me hablo con tono acusador.

-          Esto no es lo mismo que tú hiciste, además el resultado es un libro común, tus libros ni siquiera tienen letras.
-          El resultado no es el mismo, pero si tienen gran parecido, usa la pluma hasta que puedas hacerlo sin ella, ve el libro… tampoco están las letras que tu escribiste…

Ella bajo la vista y ojeo el libro en blanco con la boca abierta…

-          ¿Dónde están…?
-          Recuerda que puedes leer
-          ¿Puedo leer?
-          Ahora lee…

Ella volvió a ojear el libro y su sonrisa fue radiante como siempre.

-          Ahora ve y escribe historias para mí…
-          Te traeré grandes historias de los ciclos…
-          Cuando comiences a usar la pluma recuerda que como puedes leer, PUEDES ESCRIBIR.
-          Conque ese es el truco… jajaja

Su risa se desvaneció en el aire mientras volvía al mundo de abajo…

****

Otro final abierto; ya es el sexto libro sin un final.
Estoy realmente exhausto, coloco este libro en su puesto y agarro otro cualquiera.
Había repetido esto las veces anteriores, solo tomaba un libro y empezaba a leer; aunque al comenzar estaban en blanco, al terminar estaban llenos de letras, las que yo había leído, la luna estaba ya arriba en el cielo pero yo no tenía sueño.
Quería saber cómo continuaba la historia, ahora que eran dos los que escribían.
Al recordar ese detalle por mi mente paso la frase final del libro.

PUEDES LEER

Muy parecido al comienzo… puedes leer, ahora puedes escribir, se vuelve cada vez más interesante la historia…
Mi emoción da vueltas en mi cabeza con la frase revoloteando…
Cuando llego al escritorio me acomodo abro el libro y allí esta…

“PUEDES ESCRIBIR”

Me sorprendo un poco, gran comienzo para el final anterior, bajo el libro a mi regazo para tomar una bocanada de aire.
Al pasear mi vista de manera casual por el escritorio, un escalofrió recorre mi cuerpo dejándome la piel de gallina.

Sobre el escritorio hay una plumilla que nunca estuvo allí.

CAPITULO XXIV

UNTITLE II

Claro que puedo leer, igual ya sé que no era una pregunta sino una afirmación, lo leí tanto en días pasados que ya mis ojos ni se molestan en ver los números así que: sí, puedo leer.
Puedes leer:
La historia muere cuando llega un principio, así mismo. Un principio llega después de un final.
Y pues el Final tienen un hogar: un valle donde todo es “muerte, polvo, soledad…”
No solo es el hogar del Final, también es donde nació el principio, “de un huevo…”
El huevo no estaba allí por casualidad, sin embargo nadie sabe quien lo dejo o de donde salió pues antes de él solo había “muerte, polvo, soledad…”
El Destino, cruel amigo de toda clase de existencia, hizo crecer hierva, acercarse animales, correr ríos cerca del huevo, este por su parte no sabía porque pero a su alrededor la hierba y los animales morían, los ríos se volvían polvo y solo quedaba la soledad… sí, el Destino se lo recordaba cada momento que podía, lo que a él le tocaba “muerte, polvo, soledad…”
Junto al Destino cruel esta su compañero de andanzas quien completa la función ofreciendo su favor “El favor del Tiempo”.
El Destino y el Tiempo crearon numerosos bosques, incontables manadas de bestias y extensos mares, lagos y ríos, sin olvidarse nunca del huevo.
Pero todo era igual pese a sus esfuerzos, bosques y bestias murieron; mares, lagos y ríos se secaron siempre al final quedando el huevo con “muerte, polvo, soledad…”
Los crueles amigos Tiempo y Destino veían al huevo y aunque crueles al final son amigos leales que nunca lo olvidaron al igual que “Principio y Final…”
Muchas lunas pasaron, muchos soles también y al igual que la luna y el sol traen el día y la noche, el huevo siempre trajo “muerte, polvo, soledad…”
Un ciclo se creó entre Principio y Final, Destino y Tiempo junto al huevo todo “siempre era igual…”
El Principio quien siempre fue impulsor de nuevas ideas un día vio al huevo eclosionar y el Tiempo junto al Destino “no tardaron en actuar…”
Hierba creció, animales nacieron y agua fluyo, al terminar su función “el Final llego…”
El nuevo ser aunque criatura inocente era, al caminar sobre la hierba o acercarse a los animales estos morían, al tocar el agua se secaba quedando siempre “muerte, polvo, soledad…”
Aunque el Final no cambiara y el Destino fuera igual, el tiempo paso y el Principio “nunca fue igual…”
Cada vez que un ciclo concluía, él crecía más y más pues aunque el cruel Destino y su compañero fiel el Tiempo fueran amigos de todos nunca se olvidaron de él.
Muchas lunas y soles pasaron y el Tiempo le presento a su amigo Destino lo que él llamo “su primer amor…”
Así el ciclo cambio pues el Principio solo podía actuar después del Final y este debe esperar a que acabe el Tiempo, quien estaba entretenido viendo al Destino disfrutar de la compañía de “la Desgracia…”
El escenario donde se cumple el ciclo una y otra vez era muy  aburrido para la nueva amiga del cruel destino y este hechizado por sus encantos en un intento de que se quedara, la invito a formar parte  del ciclo y así la desgracia se unió haciendo lo que ninguno antes se había molestado en hacer… creo nombres, llamando al escenario “Mundo” y al ciclo “Vida”.
Así tomo lugar el final y la vida acabo igual que siempre, él y “muerte, polvo, soledad…”
El principio actuó y nuevamente la vida empezó, el cruel Destino se olvido del Tiempo y se unió a la Desgracia y así el Tiempo jamás volvió a ser compañero de nadie siendo olvidado por el Destino al presentarle a Desgracia y desde aquel momento “el tiempo no es amigo de nadie…”
El Final de la vida llego y el Principio actuó y aunque no era su intensión, la Desgracia le pareció que el Destino era muy cruel al dejar al tiempo solo y le pidió que fuera a buscar quedando así “la desgracia a cargo de la vida…”
La Desgracia venia de un lugar distinto al Tiempo, el Destino, el Principio o el Final, y al estar ella a cargo el escenario al igual que el ciclo cambiaron y al momento de actual el final “la desgracia había cambiado el mundo y la vida…”

Sí, puedes leer…
Gracias…
No me fije pero la luna ya estaba en el cielo al terminar.
Había leído todo el libro, pasando las hojas veía las letras en tinta plasmadas, guardando la historia que acabo de leer y así llego la despedida de otro día.
Un sueño placido, reponedor, aquella fue una de las pocas noches que he dormido de verdad y aunque no tenía esperanzas de abandonar aun esta casa, me agrado como trascurrió el día de ayer y sin duda alguna repetiré eso el día de hoy, total… ¿Quién me espera allá afuera?
Salió el sol, una nueva mañana, un nuevo día, me aseo, desayuno y camino hacia la biblioteca para buscar algo que leer, recordando lo leído ayer, dando vueltas en mi cabeza sin molestar.
Al llegar y abrir la puerta una imagen perturba la poca tranquilidad del nuevo día, libros que deje abiertos de forma descuidada sobre el suelo… la razón la había omitido esta mañana, fue lo que me permitió disfrutarla.
Un libro sobre otro abierto, lleno de hojas blancas, sin marcas, sin títulos, sin siquiera polvo en el lomo…
Desganado y sin ánimos cierro y coloco en la estantería donde va cada libro, sin saber el orden pues son idénticos, hojeando rápidamente en busca de alguna nota fugaz que me entretenga, alguna escritura omitida pero en vano.
No me tomo mucho tiempo ordenar lo que parecía un inmenso desastre, total era un montón de libros fuera de lugar sin necesidad de guardar un orden en la estantería.
Sin embargo un lomo era diferente a los demás y aunque sencillo, lograba destacar pues era único entre ellos, mis ojos se aguaron ligeramente y mi mano se movió sola hasta el.
Entre mis manos se podía distinguir el dorado opaco de las letras sobre el marrón oscuro de la tapa. Un uno en la parte superior y más abajo entre números y letras:

“THE RHADIX”.

Lo abrí pasando las hojas ilustradas con dibujos infantiles acompañando los párrafos que leí ayer.
Cerré el libro con un triste sentimiento y lo coloque al inicio de todos, depositando así mi entretenimiento en aquel estante cuando sin advertencia alguna note que el libro de al lado había cambiado también, tenia letras marrones claras y sin importarme mucho lo que dice lo tome y me acomode para examinarlo.
Era un poquito complejo verlo pues era un manuscrito, se veía antiguo pero estaba escrito en un ingles actual, cosa que me pareció extraño.
 Con un pequeño esfuerzo recordé mis días  de escuela para leer, gracias a Dios se me da bien el idioma, un poco fluido pero aun así no logro una correcta pronunciación…

“Las palabras que plasmo no tienen razón alguna no están hechas para ser leídas, no las escribo para compartir, las escribo para olvidar, no espero que algún día alguien las lea, no quiero compartir estas palabras, solo quiero sacarlas de mi y tomar la luz que se prometió al final del principio”

Una dedicatoria algo trágica a mi parecer, estas primeras líneas me dan un pequeño escalofrió.


“Frio, oscuridad, soledad, tristeza, muerte, desgracia… sobre todo desgracia.
Palabra que me atormenta una y otra vez, repitiéndose con un amargo sabor, con indescriptible goce la muerte se pasea  a mi alrededor, liberando a todos de su sufrimiento, a todos excepto a mí.
Por alguna razón no se acerca, pero tampoco deja que se acerque nadie, no la quiero perder de vista, la muerte es algo especial... quiero saber porque libera a todos una y otra vez y me deja a mí, desde siempre… desde el inicio hasta el inicio nuevamente, nunca acaba para mí.
He visto épocas pasar, lugares crecer y caer, una y otra vez vidas nacer, vidas morir, semillas convertirse en arboles, arboles convertirse en bosques, he visto como el rio se abre hacia el mar, como las montañas lo destajan formando lagos, como erupciona la tierra, como hierve lava, ya he visto más de lo que he expresado pero aun así no he podido ver quien es final,  quien es muerte, quien es desgracias, quien es tiempo, quien es destino, se que están allí…”

Una posible esquizofrenia, tal vez alguien que estuvo atrapado aquí antes que yo...
Mi futuro tal vez termine igual, expresando emociones irreales en uno de esos tantos libros vacios, pero mientras me dure la cordura me limitare a leer lo que tengo aquí aunque sean solo dos.
“El sol cae por el horizonte y toda la vida a mi alrededor cae con él; una luz danzarina se pasea alrededor de los recipientes vacios, mientras más revolotea, más brillante se vuelve.
Se acerca a mí dando vueltas alrededor.

-          ¿Quién eres?
-          Soy quien soy, tan solo yo.
-          ¿Tienes un nombre?
-          No me hace falta, siempre estoy solamente yo.
-          ¿Por qué no mueres?
-          No lo sé… y tú, ¿Quién eres?
-          Soy quien soy, tan solo yo.
-          ¿Tienes un nombre?
-          No me hace falta siempre estoy solamente yo.
-          ¿Por qué no mueres?
-          No lo sé…
-          Entonces… ¿somos iguales?
-          No lo sé… no sé cómo eres, no sé como soy.
-          Entonces si somos iguales, no sé como soy, no sé cómo eres, pero aquí estamos, ahora ¿te parece que seamos dos?
-          Entonces, seamos dos.

Gran diferencia no hizo, poco tenía que decir, solo iba de allá para acá alrededor de los muertos absorbiendo una extraña luz que salía al acercarse.

-          ¿Que sientes al hacer  eso?
-          ¿Hacer qué?
-          Eso con la luz…
-          Mmm, no lo sé… yo solo lo hago y ya… ¿Y tú que sientes?
-          ¿Sentir qué?
-          Cuando tú haces eso… ¿Qué sientes?
-          ¿Hacer qué?
-          Tú también absorbes su luz, ¿no lo sientes?
-          No, no lo sabía…
-          Como es posible que no lo supieras… como puedes hacer eso sin saber…
-          ¿Yo… hago lo mismo que tú?

Observe como un hilo de luz se levantaba del suelo revoloteaba en el aire y se unía al bulto flotante haciéndolo un poco más brillante…
El cuerpo de dónde provino la luz se erosiono lentamente, agrietándose volviéndose oscuro, opaco…
Entonces comprendí poco a poco, vi debajo de mi y ni el suelo se mantenía en su estado, avanzo y rápidamente se convierte en polvo, el cuerpo que antes se erosionaba lentamente al acercarme no aguanto la más leve de las corrientes de aire, se volvió negro puro al mismo tiempo que se desvanecía hecho polvo.
Mi soledad, mi tristeza, mi oscuridad, siempre fue mía, yo siempre fui el culpable…


-          ¿Cómo lo haces?
-          Eso debería preguntarte yo…
-          Yo no sabía siquiera que lo hacía, ¿para qué lo haces?
-          Para existir, la luz me mantiene aquí, me permite sobrevivir al final y ver un nuevo principio.
-          ¿Los has visto, sabes cómo son?
-          ¿Quiénes?
-          Ellos, Final… Principio…
-          ¿Verlos? No sé de que hablas, en dos ciclos que he estado aquí es la primera vez que oigo eso…
-          ¿Dos qué?
-          Ciclos… son las veces que llega el principio, cuando el principio llega un ciclo nuevo comienza… Mi tercer ciclo está por comenzar… ¿es tu primera vez?
-          No lo sé, es primera vez que puedo hablar con alguien, antes que tú llegaras todo era muerte, polvo y soledad.
-          Oh, bueno ya viene… el principio está por llegar presta atención ya que este debe ser tu primera vez, nos vemos al rato…

No estaba seguro de que pasa pero ya qué más da, lo de siempre está a punto de comenzar, obviamente tiempo no se distraería por mi… nunca lo hace.
El sol se levanta por el horizonte sube a lo alto del cielo y la vida crece del polvo que ahora sé que deje yo… poco a poco me detengo, dejo de existir para que la vida pueda seguir mientras yo duermo…
No sé cuantos soles pasaron pero ya no aguanto más y mi existencia vuelve a sentirse… a mi alrededor todo es polvo pero aun a lo lejos observo el bosque, los mares, las montañas, aun están allí, sin embargo poco tiempo les queda… como es costumbre todo se comienza a oscurecer, el sol cae por el horizonte y toda la vida cae con el…
Un destello se acerca poco a poco a mí…

-          Me ha costado encontrarte ¿Dónde estabas?
-          Aquí…
-          Ya llevo tres ¿Qué tal tu primer ciclo?
-          ¿Esto es un ciclo?
-          Si, y ese fue el final… ahora debo recorrer la oscuridad recogiendo la poca luz que queda para que vuelva el principio, me he dado cuenta que vuelve justo cuando ya no hay más luz.
-          Este no fue mi primer ciclo.
-          ¿Qué dices?
-          Si lo que llamas ciclo es desde que el sol se levanta de la oscuridad absoluta, hasta que cae en ella entonces ya no cuento cuantos llevo, esta no fue mi primera vez.
-          ¿Ah sí? Y yo que estaba feliz por llevar tres… ¿Cuantos llevas?
-          Cuando el sol se levanto por primera vez, yo ya estaba aquí…
-          No puede ser… como sería posible, si ni siquiera sabias que era un ciclo ¿Cómo puedes existir desde hace tanto?
-          Nunca había hablado con nadie, todo a mí alrededor se muere, se vuelve polvo y queda la soledad.
-          Bueno no todo verdad, ¿entonces no conoces nada de la vida…?
-          No sé qué es eso…
-          Acompáñame a recolectar luz y te cuento, ven.
-          Está bien, no es que tenga algo mejor que hacer.

Así los ciclos pasaron más rápido, mis sueños más cortos, ahora esperaba a final con esperanza de volver a hablar con alguien…”.
El final del libro llego… esto no es justo ni siquiera es un final, no puede terminar aquí, bueno supongo que mi ciclo también llego a su final, la luna ya asomaba por la ventana y no me había percatado que las luces estaban prendidas, pues que mas da… otro día llego a su final.

The House Wonderland

Con un número de habitaciones desconocidas las victimas que en ellas caen no logran salir ilesas... si logran salir. INDICE: PROLOG...