CAPITULO XVII

CAPITULO UNO

Aprovechando la concentración del tema en cuestión llego de improviso causando conmoción, dejando a todos por muy precavidos que fueran, por mucho que se lo esperaron  estupefactos, ven el cuerpo inerte sobre la mesa y a la vista el culpable gozando de la gloria de poder llevar a cabo sus planes por fin , sin que nada se le interpusiera, la ansiedad que se despertó en él por seguir, por convertirnos en victimas a todo, la sed de venganza estaba brotando de él y se dirigía a nosotros, la segunda victima cayo sin siquiera darse cuenta de la situación pero hasta allí lo acompaño el factor sorpresa, ya todos sabíamos que estaba allí, por lo menos los que quedábamos.
Un forcejeo inútil se desato en la sala por escapar de aquel ser; pero era completamente en vano, era más veloz, más sádico, más loco… y contenía un poder inigualable, parecía tener un vinculo directo con la fuente haciéndonos completamente vulnerables.

Mi cuerpo era realmente liviano, no sentía fatiga, y las imágenes a mi alrededor eran muy definidas, sencillamente el mundo estaba mas claro, o solo era la ilusión que presta la mañana, el reloj me indicaba las ocho y cuarto, por fin la pegue en esta casa y al ultimo día logre pararme temprano.
Desayuno sin pensar mucho ni que, ni con que y al terminar me prepare para salir sin mayores percances, tome mi maleta sintiendo esta vez de verdad que no volveré a esta casa en un largo tiempo, deje que la ilusión me subiera a la cabeza, me gustaba la idea de no volver mas, pero en el fondo de mi corazón sentía claramente que volvería…
Un escalofrió me sacudió cuando una brisa mañanera me dio la bienvenida al exterior y una sonrisa se me escapo sin querer, me encamine hacia el bosque que se mostraba un poco mas siniestro de lo normal, me llamaba a entrar con una dulce voz… “no te confíes…” quizás deba decir mejor “deja de soñar”, una voz que me llama del bosque como si estuviera en algún sueño…
Aun así la voz no desapareció de mi cabeza, tenia la sensación de que el bosque estaba encantado “y te perderás en el” tienes razón tendré cuidado.
El sendero se volvió muy difícil de seguir y tuve que desviarme un poco  hacia la izquierda luego volver a buscarlo “sigue derecho, a unos pasos volverás a verlo” que perspicaz estoy hoy, bueno sigamos de frente a ver que pasa… unos pasos mas y vuelvo a encontrarme con el camino, eso fue genial…
Me cruce con una bifurcación y no sabia que camino tomar “necesitas ir a la derecha”, parece que supiera algo que yo mismo ignoro… es extraño y confuso a la vez ¿porque necesito ir a la derecha? “allí tienes que terminar de aprender del elfo”, oh ¿el elfo queda en esa dirección? La tomare entonces, pero como me acorde de esto…
El valle estaba algo cambiado, llegue por una abertura en los arboles, una especie de entrada que no estaba aquí, el cielo parece que estuviera vivo, las nubes se movían a velocidades aparentemente aleatorias, del resto todo era igual… bueno casi todo… tal vez fuera mi imaginación pero la estatua a la orilla del valle parecía mas viva que nunca, mi curiosidad como siempre manejo la situación y me impulso a acercarme.

-          Mmm… hola…
-          Hola.

Sentí un leve sobresalto, quería que me contestara pero no esperaba que realmente lo hiciera.

-          ¿Qué haces?
-          Preguntas incluso sabiendo la respuesta… ¿Por qué lo haces humano?
-          Yo no se la respuesta…
-          Estas mal, si la sabes y lo sabes.
-          Aunque tenga indicios de que haces, debo preguntarte para estar seguro.
-          Eres precavido en cosas simples como estas, pero no cuidas tu espalda…
-          ¿A que te refieres?
-          ¿Cómo puedes volver al valle después de haber sido atacado?

“Porque eres un inepto que no piensa lo que hace”.

-          Porque nece… quiero terminar de aprender a leer las nubes, además quiero saber tu nombre.
-          ¿Mi nombre? Porque quieres saber mi nombre.
-          Porque no me gusta llamarte elfo, o estatua, al igual que no me gusta que me llames humano…
-          Jajajajaja, bueno, bueno… que se le puede hacer, eres terco por excelencia, de todas formas ya te enseñe lo que tenia que enseñarte y no pienso decirte nada distinto a humano…
-          ¿Por lo menos tu nombre?
-          Léeme un pasaje de las nubes y te lo diré…
-          No lo olvides… me dirás tu nombre después de eso…

El silencio tomo lugar en la escena y el volvió a ser una estatua completamente…
Yo por mi parte debía recordar como leer las nubes, primero debía alcanzar el estado de conciencia donde todo era nada y nada era todo, pero ¿Cómo? “con colores” cierto, los colores y la paleta, me acomode, cerré los ojos y pensé en colores.
Pensar en colores… pensar en colores… “se te olvido verdad” no se me olvido, es solo que no puedo recordarlo… “Un intento patético… digno de ti”.
Voltee indignado buscando al autor de tal comentario, con una pequeña sensación de deja vu, no había nadie a excepción del elfo pero el no pudo dar tal opinión, es muy respetuoso… sus ojos veían el cielo y estaba quieto como siempre, recordé la primera vez que estuve aquí y como lo confundí con una estatua, nunca pensé que estuviera vivo y mucho menor que fuera un elfo, el contesto una pregunta que le hice directamente y por allí cambio todo, mi curiosidad por saber que era “leer las nubes” fue lo que lo mantuvo hablándome, su curiosidad se unió con la mía pero la de él tenia mucha incredulidad, no creía que fuera capaz de conseguirlo, aunque tenia razón y falle, concidero que lo hice bastante bien e incluso lo sorprendí cuando descubri para que eran los colores, acumulando sentimientos y emociones llega un punto muerto en tu mente donde dejas todo y te quedas en la nada, asi libre de distracciones y prejuicios podrias captar mensajes en las nubes.
Recordar fue mas fácil de lo que crei… cerre mis ojos y usando la técnica de la paleta, transforme sentimientos en colores también emociones y sensaciones… todo lo que se me ocurriera pasaba a estar representado en color y llenar la paleta, recordaba este punto de la vez anterior, algo me faltaba y no lograba encontrarlo todo lo que sentía, mis emociones y pensamientos, todo lo había usado ya, mi ser por completo estaba allí reflejado en esa oscura mezcla de colores y aun asi no lograba llegar al limite pero no sé que mas agregar “Te falta asesino”, al instante de escuchar esa palabra la mezcla exploto con una intensidad que baño todo a mi alrededor fuera lo que fuera dejándolo del negro mas intenso que jamás allá visto, todo comenzó a reducirse, sentía como se comprimía el espacio y me tragaba la oscuridad, se me hacia cada vez mas difícil respirar mientras la presión aumentaba, esta vez no me salvaría el elfo, el me lo advirtió, ahora si estoy perdido, duele hasta pensar… duele mucho…
-          Bueno, bueno… si que tardaste, ahora aguanta, que comienza el juego.
El pecho me ardía, las piernas no me respondían poco a poco  pude mover los dedos de las manos con un liguero cosquilleo, como si llevara quieta siglos.

-          De hecho es la primera vez que te mueves.
-          ¿Quién me habla?
-          ¿Ya te olvidaste de mi? Tu memoria si que es pésima.

Revise a mi alrededor buscando el origen de la voz, estaba en una especie de cueva rocosa, con un lago en medio y en el fondo una especie de manto naranja que se conectaba con venas en las paredes también naranja, todas se conectaban en lo alto del techo, donde también llegaba una cadena que comenzaba en… mi pecho.
En ese instante la cadena se tenso y tiro de mí hacia arriba jalándome con un inmenso dolor como si se anclara en el corazón y al jalar no le permitiera latir, dolía cual si fuera un infarto.
Al llegar ha arriba estaba “El” sentado a pie de un árbol y las venas resultaron ser sus raíces.

-          Tardaste bastante en llegar, aunque a un ser tan patético como tu ¿Qué mas se le podía pedir?
-          Tu…
-          Si, yo…
-          ¿Qué haces aquí, donde estamos?
-          Oh, ¿no adivinas, no te sientes como en casa?
-          No, esto no es mi casa…
-          ¿No eres ni en lo mas mínimo consiente? Estamos en tu mente, es lo único de ti que me agrada… es un pequeño infierno personal.
-          ¿Cómo estaríamos en mi mente? Estas jugando conmigo…
-          Lo dices como si costara… pero no lo hago, ¿ves esta cadena en mi mano? Esta unida a tu pecho, es el vínculo que nos une y nos mantiene dentro de la misma cabeza.
-          ¿Dices que esta es mi mente?
-          Si, el paso final de lo que Frey te enseño.
-          ¿Frey?
-          Si, lo que se hace llamar elfo… y que te diviertas en tu mente, yo lo hare con tu cuerpo.

Sus ojos se volvieron negro azabache y desapareció cayendo la cadena al suelo terminando a mitad de eslabón.

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