CAPITULO XXIV

UNTITLE II

Claro que puedo leer, igual ya sé que no era una pregunta sino una afirmación, lo leí tanto en días pasados que ya mis ojos ni se molestan en ver los números así que: sí, puedo leer.
Puedes leer:
La historia muere cuando llega un principio, así mismo. Un principio llega después de un final.
Y pues el Final tienen un hogar: un valle donde todo es “muerte, polvo, soledad…”
No solo es el hogar del Final, también es donde nació el principio, “de un huevo…”
El huevo no estaba allí por casualidad, sin embargo nadie sabe quien lo dejo o de donde salió pues antes de él solo había “muerte, polvo, soledad…”
El Destino, cruel amigo de toda clase de existencia, hizo crecer hierva, acercarse animales, correr ríos cerca del huevo, este por su parte no sabía porque pero a su alrededor la hierba y los animales morían, los ríos se volvían polvo y solo quedaba la soledad… sí, el Destino se lo recordaba cada momento que podía, lo que a él le tocaba “muerte, polvo, soledad…”
Junto al Destino cruel esta su compañero de andanzas quien completa la función ofreciendo su favor “El favor del Tiempo”.
El Destino y el Tiempo crearon numerosos bosques, incontables manadas de bestias y extensos mares, lagos y ríos, sin olvidarse nunca del huevo.
Pero todo era igual pese a sus esfuerzos, bosques y bestias murieron; mares, lagos y ríos se secaron siempre al final quedando el huevo con “muerte, polvo, soledad…”
Los crueles amigos Tiempo y Destino veían al huevo y aunque crueles al final son amigos leales que nunca lo olvidaron al igual que “Principio y Final…”
Muchas lunas pasaron, muchos soles también y al igual que la luna y el sol traen el día y la noche, el huevo siempre trajo “muerte, polvo, soledad…”
Un ciclo se creó entre Principio y Final, Destino y Tiempo junto al huevo todo “siempre era igual…”
El Principio quien siempre fue impulsor de nuevas ideas un día vio al huevo eclosionar y el Tiempo junto al Destino “no tardaron en actuar…”
Hierba creció, animales nacieron y agua fluyo, al terminar su función “el Final llego…”
El nuevo ser aunque criatura inocente era, al caminar sobre la hierba o acercarse a los animales estos morían, al tocar el agua se secaba quedando siempre “muerte, polvo, soledad…”
Aunque el Final no cambiara y el Destino fuera igual, el tiempo paso y el Principio “nunca fue igual…”
Cada vez que un ciclo concluía, él crecía más y más pues aunque el cruel Destino y su compañero fiel el Tiempo fueran amigos de todos nunca se olvidaron de él.
Muchas lunas y soles pasaron y el Tiempo le presento a su amigo Destino lo que él llamo “su primer amor…”
Así el ciclo cambio pues el Principio solo podía actuar después del Final y este debe esperar a que acabe el Tiempo, quien estaba entretenido viendo al Destino disfrutar de la compañía de “la Desgracia…”
El escenario donde se cumple el ciclo una y otra vez era muy  aburrido para la nueva amiga del cruel destino y este hechizado por sus encantos en un intento de que se quedara, la invito a formar parte  del ciclo y así la desgracia se unió haciendo lo que ninguno antes se había molestado en hacer… creo nombres, llamando al escenario “Mundo” y al ciclo “Vida”.
Así tomo lugar el final y la vida acabo igual que siempre, él y “muerte, polvo, soledad…”
El principio actuó y nuevamente la vida empezó, el cruel Destino se olvido del Tiempo y se unió a la Desgracia y así el Tiempo jamás volvió a ser compañero de nadie siendo olvidado por el Destino al presentarle a Desgracia y desde aquel momento “el tiempo no es amigo de nadie…”
El Final de la vida llego y el Principio actuó y aunque no era su intensión, la Desgracia le pareció que el Destino era muy cruel al dejar al tiempo solo y le pidió que fuera a buscar quedando así “la desgracia a cargo de la vida…”
La Desgracia venia de un lugar distinto al Tiempo, el Destino, el Principio o el Final, y al estar ella a cargo el escenario al igual que el ciclo cambiaron y al momento de actual el final “la desgracia había cambiado el mundo y la vida…”

Sí, puedes leer…
Gracias…
No me fije pero la luna ya estaba en el cielo al terminar.
Había leído todo el libro, pasando las hojas veía las letras en tinta plasmadas, guardando la historia que acabo de leer y así llego la despedida de otro día.
Un sueño placido, reponedor, aquella fue una de las pocas noches que he dormido de verdad y aunque no tenía esperanzas de abandonar aun esta casa, me agrado como trascurrió el día de ayer y sin duda alguna repetiré eso el día de hoy, total… ¿Quién me espera allá afuera?
Salió el sol, una nueva mañana, un nuevo día, me aseo, desayuno y camino hacia la biblioteca para buscar algo que leer, recordando lo leído ayer, dando vueltas en mi cabeza sin molestar.
Al llegar y abrir la puerta una imagen perturba la poca tranquilidad del nuevo día, libros que deje abiertos de forma descuidada sobre el suelo… la razón la había omitido esta mañana, fue lo que me permitió disfrutarla.
Un libro sobre otro abierto, lleno de hojas blancas, sin marcas, sin títulos, sin siquiera polvo en el lomo…
Desganado y sin ánimos cierro y coloco en la estantería donde va cada libro, sin saber el orden pues son idénticos, hojeando rápidamente en busca de alguna nota fugaz que me entretenga, alguna escritura omitida pero en vano.
No me tomo mucho tiempo ordenar lo que parecía un inmenso desastre, total era un montón de libros fuera de lugar sin necesidad de guardar un orden en la estantería.
Sin embargo un lomo era diferente a los demás y aunque sencillo, lograba destacar pues era único entre ellos, mis ojos se aguaron ligeramente y mi mano se movió sola hasta el.
Entre mis manos se podía distinguir el dorado opaco de las letras sobre el marrón oscuro de la tapa. Un uno en la parte superior y más abajo entre números y letras:

“THE RHADIX”.

Lo abrí pasando las hojas ilustradas con dibujos infantiles acompañando los párrafos que leí ayer.
Cerré el libro con un triste sentimiento y lo coloque al inicio de todos, depositando así mi entretenimiento en aquel estante cuando sin advertencia alguna note que el libro de al lado había cambiado también, tenia letras marrones claras y sin importarme mucho lo que dice lo tome y me acomode para examinarlo.
Era un poquito complejo verlo pues era un manuscrito, se veía antiguo pero estaba escrito en un ingles actual, cosa que me pareció extraño.
 Con un pequeño esfuerzo recordé mis días  de escuela para leer, gracias a Dios se me da bien el idioma, un poco fluido pero aun así no logro una correcta pronunciación…

“Las palabras que plasmo no tienen razón alguna no están hechas para ser leídas, no las escribo para compartir, las escribo para olvidar, no espero que algún día alguien las lea, no quiero compartir estas palabras, solo quiero sacarlas de mi y tomar la luz que se prometió al final del principio”

Una dedicatoria algo trágica a mi parecer, estas primeras líneas me dan un pequeño escalofrió.


“Frio, oscuridad, soledad, tristeza, muerte, desgracia… sobre todo desgracia.
Palabra que me atormenta una y otra vez, repitiéndose con un amargo sabor, con indescriptible goce la muerte se pasea  a mi alrededor, liberando a todos de su sufrimiento, a todos excepto a mí.
Por alguna razón no se acerca, pero tampoco deja que se acerque nadie, no la quiero perder de vista, la muerte es algo especial... quiero saber porque libera a todos una y otra vez y me deja a mí, desde siempre… desde el inicio hasta el inicio nuevamente, nunca acaba para mí.
He visto épocas pasar, lugares crecer y caer, una y otra vez vidas nacer, vidas morir, semillas convertirse en arboles, arboles convertirse en bosques, he visto como el rio se abre hacia el mar, como las montañas lo destajan formando lagos, como erupciona la tierra, como hierve lava, ya he visto más de lo que he expresado pero aun así no he podido ver quien es final,  quien es muerte, quien es desgracias, quien es tiempo, quien es destino, se que están allí…”

Una posible esquizofrenia, tal vez alguien que estuvo atrapado aquí antes que yo...
Mi futuro tal vez termine igual, expresando emociones irreales en uno de esos tantos libros vacios, pero mientras me dure la cordura me limitare a leer lo que tengo aquí aunque sean solo dos.
“El sol cae por el horizonte y toda la vida a mi alrededor cae con él; una luz danzarina se pasea alrededor de los recipientes vacios, mientras más revolotea, más brillante se vuelve.
Se acerca a mí dando vueltas alrededor.

-          ¿Quién eres?
-          Soy quien soy, tan solo yo.
-          ¿Tienes un nombre?
-          No me hace falta, siempre estoy solamente yo.
-          ¿Por qué no mueres?
-          No lo sé… y tú, ¿Quién eres?
-          Soy quien soy, tan solo yo.
-          ¿Tienes un nombre?
-          No me hace falta siempre estoy solamente yo.
-          ¿Por qué no mueres?
-          No lo sé…
-          Entonces… ¿somos iguales?
-          No lo sé… no sé cómo eres, no sé como soy.
-          Entonces si somos iguales, no sé como soy, no sé cómo eres, pero aquí estamos, ahora ¿te parece que seamos dos?
-          Entonces, seamos dos.

Gran diferencia no hizo, poco tenía que decir, solo iba de allá para acá alrededor de los muertos absorbiendo una extraña luz que salía al acercarse.

-          ¿Que sientes al hacer  eso?
-          ¿Hacer qué?
-          Eso con la luz…
-          Mmm, no lo sé… yo solo lo hago y ya… ¿Y tú que sientes?
-          ¿Sentir qué?
-          Cuando tú haces eso… ¿Qué sientes?
-          ¿Hacer qué?
-          Tú también absorbes su luz, ¿no lo sientes?
-          No, no lo sabía…
-          Como es posible que no lo supieras… como puedes hacer eso sin saber…
-          ¿Yo… hago lo mismo que tú?

Observe como un hilo de luz se levantaba del suelo revoloteaba en el aire y se unía al bulto flotante haciéndolo un poco más brillante…
El cuerpo de dónde provino la luz se erosiono lentamente, agrietándose volviéndose oscuro, opaco…
Entonces comprendí poco a poco, vi debajo de mi y ni el suelo se mantenía en su estado, avanzo y rápidamente se convierte en polvo, el cuerpo que antes se erosionaba lentamente al acercarme no aguanto la más leve de las corrientes de aire, se volvió negro puro al mismo tiempo que se desvanecía hecho polvo.
Mi soledad, mi tristeza, mi oscuridad, siempre fue mía, yo siempre fui el culpable…


-          ¿Cómo lo haces?
-          Eso debería preguntarte yo…
-          Yo no sabía siquiera que lo hacía, ¿para qué lo haces?
-          Para existir, la luz me mantiene aquí, me permite sobrevivir al final y ver un nuevo principio.
-          ¿Los has visto, sabes cómo son?
-          ¿Quiénes?
-          Ellos, Final… Principio…
-          ¿Verlos? No sé de que hablas, en dos ciclos que he estado aquí es la primera vez que oigo eso…
-          ¿Dos qué?
-          Ciclos… son las veces que llega el principio, cuando el principio llega un ciclo nuevo comienza… Mi tercer ciclo está por comenzar… ¿es tu primera vez?
-          No lo sé, es primera vez que puedo hablar con alguien, antes que tú llegaras todo era muerte, polvo y soledad.
-          Oh, bueno ya viene… el principio está por llegar presta atención ya que este debe ser tu primera vez, nos vemos al rato…

No estaba seguro de que pasa pero ya qué más da, lo de siempre está a punto de comenzar, obviamente tiempo no se distraería por mi… nunca lo hace.
El sol se levanta por el horizonte sube a lo alto del cielo y la vida crece del polvo que ahora sé que deje yo… poco a poco me detengo, dejo de existir para que la vida pueda seguir mientras yo duermo…
No sé cuantos soles pasaron pero ya no aguanto más y mi existencia vuelve a sentirse… a mi alrededor todo es polvo pero aun a lo lejos observo el bosque, los mares, las montañas, aun están allí, sin embargo poco tiempo les queda… como es costumbre todo se comienza a oscurecer, el sol cae por el horizonte y toda la vida cae con el…
Un destello se acerca poco a poco a mí…

-          Me ha costado encontrarte ¿Dónde estabas?
-          Aquí…
-          Ya llevo tres ¿Qué tal tu primer ciclo?
-          ¿Esto es un ciclo?
-          Si, y ese fue el final… ahora debo recorrer la oscuridad recogiendo la poca luz que queda para que vuelva el principio, me he dado cuenta que vuelve justo cuando ya no hay más luz.
-          Este no fue mi primer ciclo.
-          ¿Qué dices?
-          Si lo que llamas ciclo es desde que el sol se levanta de la oscuridad absoluta, hasta que cae en ella entonces ya no cuento cuantos llevo, esta no fue mi primera vez.
-          ¿Ah sí? Y yo que estaba feliz por llevar tres… ¿Cuantos llevas?
-          Cuando el sol se levanto por primera vez, yo ya estaba aquí…
-          No puede ser… como sería posible, si ni siquiera sabias que era un ciclo ¿Cómo puedes existir desde hace tanto?
-          Nunca había hablado con nadie, todo a mí alrededor se muere, se vuelve polvo y queda la soledad.
-          Bueno no todo verdad, ¿entonces no conoces nada de la vida…?
-          No sé qué es eso…
-          Acompáñame a recolectar luz y te cuento, ven.
-          Está bien, no es que tenga algo mejor que hacer.

Así los ciclos pasaron más rápido, mis sueños más cortos, ahora esperaba a final con esperanza de volver a hablar con alguien…”.
El final del libro llego… esto no es justo ni siquiera es un final, no puede terminar aquí, bueno supongo que mi ciclo también llego a su final, la luna ya asomaba por la ventana y no me había percatado que las luces estaban prendidas, pues que mas da… otro día llego a su final.

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