Capitulo X


A ORILLAS DEL LAGO… OTRA VEZ

-        Levántate

Aún estaban las ardientes líneas en mi espalda pero ya no me producían dolor, era un cosquilleo que recorría todas las heridas produciendo la sensación que dejan las burbujas al recorrer la piel bajo el agua, la misma que dejan las gaseosas en la boca, eran muchas burbujas.

-        Levántate

Otra vez me llamaban a levantarme pero no quiero hacerlo aún, de verdad se siente bien, no me levantaré aún...

-        Ah... entiendo, se siente bien…

De nuevo él... ¿quién será? Pero si que fastidia.
Comenzó a hacer calor, ya no sentía las burbujas, ya no era nada agradable, era insoportable, abrasador, abrí los ojos por el ardor en la cara...

-        Ahora, levántate
-        ¿Quién eres? ¿Qué quieres?
-        ¿No tenías que salvar a alguien...?
-        Elissa...
-        ¿Qué haces descansando? Levántate

El ambiente empezó a aclarar poco a poco a mi alrededor, sentí algo frío por todo mi cuerpo, estaba acostado y vi una figura acercarse, una mujer...

-        ¿Elissa...?

La voz me salió apagada y me dolió al hablar, tenía la garganta reseca...

-        Ella no está, soy Menrid ¿estás bien?

No es ella, ¿dónde estará?... ya recuerdo, el lago...

-        ¿Qué? ¿Dónde está? ¿Está bien?

No podía haber muerto... no podía creer que fuera un inútil otra vez... espera, yo también estaba en el lago...

-        ¿Dónde estoy?
-        Oye, tranquilízate y habla más despacio, no sé dónde está Elissa pero está bien y estás en el mar de los perdidos, el lago de los muertos...
-        ¿Qué?

Pregunté parándome, tenía entumecido todo el cuerpo, me lleve las manos al pecho y sentí tierra, al sacudirme vi que estaba vendado.

-        ¿Qué son todas estas vendas?

La chica me agarró por los hombros y me habló con cara de enojo.

-        ¡Ya es suficiente! ¡Estás bien! En la puerta de la tienda hay ropa de hombre, ve y vístete, cuando vuelvas respondo lo que quieras.

La sorpresa invadió mi cara, me acababa de sermonear alguien que no conozco, pero me recordó el pasado…
Me recordó mi pequeña hermanita y su temperamento volátil, me alegro un poco recordarlo.

-        ¡Ve de una vez!

No perderé nada con ponerme ropa, así que di media vuelta y me dirigí a la tienda, mi tienda ¿porque estaba armada? Luego... primero la ropa, debe estar en... ¿mi maleta, mi ropa? Luego... primero cámbiate...
Me cambie en menos de un minuto, justo cuando comencé a caminar hacia afuera escucho la voz familiar de una mujer...

-        ¡Menrid! ¡¡¡Ya volví!!!

Era ella, Elissa estaba afuera y salí rápidamente para verla...
Me congele enseguida la vi, la sangre subió y bajo de mi cabeza, la tristeza e impotencia invadió mi mente, a menos de diez metros estaba Elissa con la parte derecha de su cara llena de sangre y su rostro reflejando ¿sorpresa? No era eso lo que esperaba ver, entonces la otra chica me pasó por el lado corriendo hacia donde estaba ella...
Me apresuré a seguirla y situarme al lado de ella y aunque habló más rápido que yo digo exactamente lo que quería decir...

-        Elissa ¿estás bien?
-        ¿Eh? Sí ¿Cuando despertó él?
-        ¿Por qué estás llena de sangre, que pasó?
-        ¿Sangre?
-        ¡Tienes la mitad de la cabeza llena de sangre!
-        Ah si... una larga historia, pero parece que es una herida pequeña, ya el sangrado seso y no me duele.
-        Ya veremos eso, tú ve y busca agua, Elissa vamos a la tienda.

No me di cuenta que era conmigo hasta unos segundos después cuando respondí con un sí y fui a ver de dónde sacaba agua, fui hasta mi maleta y busqué mi termo de agua que debía estar a un lado... allí estaba pero vacío, me asome a la puerta de la tienda y la chica me vio con apremio...

-        El termo esta vacio
-        ¡Tienes un lago al frente! ¡Ve!

Deje caer la puerta de tela y caminé hacia la orilla del lago, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y se me erizo la piel, mis piernas dejaron de moverse instantáneamente, el temor inundó por completo mis sentidos, pero recordé la cara ensangrentada de Elissa y seguí caminando, no era momento para pensar en otra cosa
A orillas del lago metí el termo en el agua y el líquido entró... nada pasó, así que tape el termo y volví corriendo la tienda.
La chica morena, con el pelo rizo y largo, muy largo, examinaba Elisa, al escucharme se volteó y estiró la mano, le di el termo destapado.

-        Ya te dije que no es grave, cálmate Menrid
-        Deja que decida yo sí es grave o no
-        ¡Ay! Se más delicada, no es grave pero sigue siendo una herida
-        Aguanta que la estoy limpiando, tiene tierra ¿acaso te has caído?

Me acerqué para ver mejor, tenía una pequeña raya de más o menos un centímetro a un lado de la cabeza a la altura de los ojos.

-        Tengo un kit de emergencia voy por él.
-        Déjalo así, lo gastamos todo en ti
-        ¿En mi?
-        Sí... si no te has fijado estabas lleno de vendas
-        ¿El adhesivo para saturar que tengo en el bolsillo de la maleta también lo gastaron?
-        No se...
-        Voy a revisar...

Al llegar a la maleta encontré el adhesivo que dejaba en el bolsillo de afuera para alcanzarlo rápido a la hora de una emergencia, pero ¿por qué yo tengo tantas vendas y no siento ningún dolor? Me pregunté mientras volvía la tienda...

-        Aquí está, esto servirá mientras tanto.
-        Aún quedaba algo que usar, menos mal.

Dijo mientras se concentraba de nuevo en Elissa, parece que se conocen ¿de dónde?
De verdad la herida no parecía grave, se la sello en un momento luego de limpiarla, le dio el termo a Elissa para que se terminara el lavar el cabello.

-        Yo estoy cansada, voy a descansar un rato ¿está bien?
-        Claro, voy a sentarme afuera un rato también.

Elissa se acomodo en el suelo mientras ella salía de la tienda, me hizo señal de silencio y me indico que le siguiera, supongo que para dejarla descansar...

-        Supongo que estás un poco desorientado, pregunta, dije que contestaría...

Callé un instante, porque ciertamente estaba muy desorientado, respire hondo mientras ordenaba mis ideas y me sentaba en una roca mientras ella se acomodaba frente a mí también.

-        ¿Dónde estoy?
-        Ya te lo había dicho, en la entrada al mar de los perdidos, el lago de los muertos.
-        Oh... ¿por qué estoy vendado?
-        Eso es simple, estabas muy herido.
-        Pero no siento dolor.
-        ¿Acaso eso es malo?
-        No, pero debería sentir algo o tener alguna herida.

Dije mientras retiraba las vendas de mis brazos y lo veía completamente sano.

-        ¿Quién eres?
-        Eso también te lo dije.
-        Lo siento, de verdad no estaba muy consciente hasta hace poco…
-        No importa... soy Menrid
-        Eres amiga de Elissa
-       
-        Mmm...

Bueno ya me lo imaginaba, si no fueran amigas no la habría cuidado, y menos preocupado por ella...

-        ¡Rayos, corre busca a Elissa, hay que salir de aquí! ¡Ya!

Menrid de repente estaba muy alterada y el sudor recorría su cara...

-        ¡Ve rápido!
-        ¿Pero, qué pasa?
-        Escucha muy bien, para salir de aquí hay que subir, no sé muy bien por donde pero la salida está por arriba.
-        ¿De que habl…?

Cuando iba a media pregunta Menrid se me echo encima y caímos al suelo, me levanté y donde estuve yo había una flecha plateada clavada en la piedra agrietada...

-        Ve por Elisa y busca una forma de subir, nos atacan.
-        ¿Otra vez? ¿Quiénes, por qué?
-        No son los mismos que te atacaron antes, ahora son las guardianas del lago, pero es sólo una, aunque es Grecia la mejora arquera de las sirenas.
-        ¿Sirenas?
-        ¡No hay tiempo para explicaciones! ¡Ve por Elisa y busca cómo subir!
-        ¿Y tú?
-        ¿Yo? Tranquilo ¡Estaré bien!

Ella estaba muy seria pero su rostro reflejaba emoción, entonces cerró sus ojos, junto sus manos y en un instante estaba cubierta por un fuego verde.

-        ¡Ven a mí, SAYA!

El fuego se extinguió de golpe quedando cubiertas sólo sus manos, luego unas escamas salieron de ella y se extendieron por todo su cuerpo, abrió sus ojos y el de las manos también se extendió y extinguió pero en su lugar tenía un escudo y una cadena con punta de lanza…
En un instante estaba nuevamente frente a mí y a su mano tenía otra fecha...

-        ¿Aún aquí? ¡Muévete!
-        ¡Sí!

Corrí en busca de Elissa, cuando entré en la tienda ella reacciono y se levanto...

-        ¿Qué pasó?
-        Nos ataca las sirenas, Menrid las está deteniendo, nos tenemos que ir...


****

-        Grecia... tiempo sin verte - Dije al punto de donde provenían las flechas.
-        Aparta Menrid, no vengo por ti - Dijo una voz suave.
-        Ahora soy una servidora, si vienes por él, vienes por mí también

Una chica de mediana estatura apareció de entre las sombras, llevaba una armadura plateada ornamentada con puntas doradas, una armadura ligera de seis piezas, pantalones, pechera, diana, hombrera, guante de tres dedos especial para arquero en la derecha y un escudo izquierdo que tenía la forma de la punta de una espada pero con veinte centímetros de ancho, tenía el pelo corto rojizo y los ojos carmesí, sus armas eran dos, la principal era de largo alcance, precisión y alto grado de poder, el arco "Dennis", usaba flechas plateadas las cuales eran las únicas que soportaban su potencia y eran creadas al momento por medio del aurum, su arma secundaria era de mediano alcance, rápida, poderosa pero no tanto como "Dennis" era la ballesta “Niss”, la fecha también se crea con aurum pero era más delgada que las de Dennis para darle velocidad al disparo.

-        Es bonito tu equipo Menrid ¿cómo se llama?
-        Saya ¿por qué viniste? - Pregunté tomando pose de defensa.
-        Hotby debe regresar con el amo - Dijo mientras tomaba a Niss - Quisiera evitar agravar la situación ¿podrías entregarlo?
-        Sabes muy bien que no puedo hacer eso - Le dije rogando que Elissa ya no estuviera en     la tienda.
-        Sí, lo sé, pero tenía que intentarlo, de verdad no quería tener que hacerte daño y tampoco a Elissa - Dijo mientras que en su cara se extendía una amplia sonrisa de satisfacción - Ya que ustedes solo estaba en el momento y sitio equivocado.
-        Claro - Respondí mientras tensaba la cadena - Pero a pesar de tus buenos deseos no puedo dártelo.
-        Oh... es una lástima - Sus ojos mostraban las ansias de comenzar la batalla - Te advierto que no seré clemente como lo fue Isa.

Y con Niss ya cargada dio un salto hacia atrás y disparó tres flecha directo al pecho, recibí el disparo con el escudo y debía atacar antes de que ella pudiera disparar de nuevo, la busque con la vista y ya no estaba al frente, era muy rápida, estaba en el lago realizando el siguiente disparo el cual esquive por muy poco, apenas pude pararme cuando me dio de lleno en un brazo una de sus flechas, no hubo tiempo para el dolor, tuve que cubrirme con el escudo de nuevo, la cadena pedía ser usada pero Grecia no daba chance, ya me había dado en el brazo sin mucho esfuerzo así que debía poner atención y moverme rápido.


****

-        ¿Puedes andar?

Pregunté estirándole mi mano.

-        Sí, tranquilo que estoy bien

Elissa tomó mi mano y se levantó rápidamente, salimos y nos dirigimos hacia el fondo de la cueva, cuando llegamos había una abertura por la cual ella intentó entrar pero la detuve.

-        Menrid dijo que debíamos subir.
-        ¿Subir?
-        Sí, que la salida está por arriba.
-        Muy bien, ¿por dónde?
-        No lo sabe, hay que buscar por dónde escalar.
-        ¿Escalar?

Le respondí con un gesto de la cabeza porque yo estaba en búsqueda de como subir, vi una grieta que ascendía hasta el techo y me parecía desde donde estábamos que podríamos subir de forma más segura por allí.
Aún sostenía la mano de Elissa y jale de ella, hice señas hacia la grieta, cuando ella la vio me fijé que estaba sudando y le temblaba la mano.

-        ¿Estás bien?
-        Si
-        Vamos entonces

Por supuesto que no está bien, pero en esta situación lo que podía hacer era fingir que le creí y cuando estemos en un lugar más seguro insistiré de nuevo.
Tiré de su fría mano y comenzamos a correr hacia la grieta, cuando estuvimos al pie de ella Elissa me apretó la mano mucho más de lo normal y volteé enseguida.

-        ¿Está todo bien?

Estaba completamente pálida y no soltaba mi mano, no pronunciaba palabra alguna.

-        ¿Elis?
-        No…
-        ¿No? ¿No qué?
-        No pudo hacerlo
-        ¿Qué no puede hacer?
-        ¿Seguro que hay que subir?
-        Eso fue lo que dijo Menrid, yo ni siquiera sé dónde estamos.
-        ¿Por qué subir?
-        ¡Oh, vamos! ¡Que no hay tiempo! Menrid está haciendo lo que puede con las sirenas
-        ¡Tenemos que ir a ayudarla!
-        ¡Elissa! Tenemos que subir, si vamos donde está ella seremos un estorbo
-        ¡Tenemos que ayudar a Menrid!

Su rostro estaba pálido, aún no había soltado mi mano, estaba fría y temblaba, estudie su rostro un segundo y me pareció ver miedo, pero ¿miedo a que?
Todo estaba bien hasta que le dije que había que subir ¡Oh rayos! ¡Miedo a las alturas!
Tome aire y trate de suavizar todo lo que pude mi voz, le tomé la otra mano y la vi fijamente a sus ojos azules reclamando su atención.

-        Elissa iras primero, no pasará nada, yo estaré abajo tuyo.
-        No podre hacerlo.
-        Claro que puedes, tiene que haber algo que tengas que hacer afuera, tú no perteneces aquí.
-        Debe haber otras salidas.
-        No hay tiempo, esta es la única opción.
-        Tiene que haber otras.
-        Si no subimos moriremos, todo lo que nos falta por hacer morirá con nosotros.

Cerró los ojos por un segundo y los volvió a abrir.

-        ¿Estarás siempre cerca?
-       
-        Vamos

Elissa entro a la grieta y comenzó a subir, en lo que tuve oportunidad también entre y efectivamente, era fácil subir y en un instante ya íbamos a mitad de camino.


****

-        Esfuérzate un poquito más Menrid - No alcanzaba a verla, se había adentrado en la oscuridad, el campo la favorecía mucho más de lo que creí - A este paso me aburriré rápido y terminaré mi tarea sin divertirme.

Su debilidad es el cuerpo a cuerpo, debo acercarme para crear una oportunidad, la cadena vibro en mi mano, creo que lo que se me acaba de ocurrir es un buen plan.
Fije mi atención y agudice mi oído, agarre la cadena y le hice girar a mi lado, ahora esperaría el momento indicado.

-        Estoy aquí - Dijo Grecia con arrogancia adelantándose a mis planes

Aún así lance la cadena en dirección a la voz.

-        Es un ataque muy fácil de esquivar - Vi tres flecha que había disparado mientras hablaba, las bloquee con el escudo – Además, si impido que vuelva la cadena te quedará sin arma, querida Menrid te falta experiencia
-        Estoy de acuerdo - Y tire de la cadena.
-        ¡Ah! - Ese grito me dice que mi plan fue un éxito - ¿Qué haces?
-        Gano experiencia - Y tire con todas mis fuerzas atrayendo hacia mí a Grecia que había sido atrapada por la cadena.

Al ponerla frente a mí alce la pierna derecha y conecte una patada.

-        “Ataca a distancia así que su punto débil es el cuerpo a cuerpo” pensaste ¿verdad? - Dijo mientras se levantaba del suelo sin siquiera preocuparse por bloquear el golpe directo - Te mereces unas felicitaciones, pues es la verdad pero tú no estás a mi nivel ¡Esto no es una patada!


****

-        Aquí hay una cámara.
-        Entra, esperaremos allí.

1 comentario:

  1. SOGC: jajaja el tipo descansando XD bueno menos mal que sha desperto.. ahora las sirenas lo atacaran?? mmmm... pero me deja intriga el que le hablo supongo que es el dragon no?? pero este le dira algo mas que debe saber?? XD miedo a las alturas?? de verdad?? o.o bueno veremos como les ira de ahora en adelante.. buen capitulooooo XD

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